

Aprovechando las bondades que nos ofrecen verduras de la familia de las crucíferas como la col, rica en calcio y vitaminas, que además tiene un toque dulce cuando las cocinamos, nos hemos decidido a preparar unos rollitos de col rellenos con arroz integral y tempeh resultando un plato completo y delicioso.
Para los que no lo conozcáis, el tempeh, es una proteína vegetal que se obtiene después de un proceso de fermentación de habas de soja, ahora en el mercado también se puede encontrar tempeh de garbanzos, ambos resultan muy ricos y lo podéis incorporar a estofados de verduras, cocinarlos a la plancha o incluso para hacer croquetas.
Para los rollitos hemos utilizado una hoja por rollo, debéis deshojar la col tirando de la hoja con cuidado para que se rompa lo menos posible, de esta manera luego podremos liar mejor los rollitos.
Nosotros le hemos puesto una salsa para condimentarlo, pero el simple rollito ya está rico.
Necesitas:
- Hojas de col
- 1 taza de arroz integral redondo
- 2 cebollas medianas
- 2 zanahorias
- ½ bloque de tempeh
Para la salsa:
- 2 cucharadas soperas de shoyu
- ½ vasito de agua
- 1 cucharadita de kuzu
Ponemos agua a hervir en una cacerola donde puedan entrar enteras las hojas de col . Una vez que el agua esté hirviendo introducimos las hojas y cocemos unos 5 minutos, sacamos del agua y reservamos.
Cocinamos el arroz integral, según la cocción básica del arroz, hasta que esté tierno.
Por otro lado, cortamos las cebollas y zanahorias a cuadraditos pequeñitos. Salteamos unos minutos con un poco de aceite las cebollas, agregamos las zanahorias, bajamos el fuego tapamos y cocinamos, si vemos que nuestro salteado se pega podemos añadir un poco de agua.
Cuando las verduras comiencen a ponerse tiernas, incorporamos el tempeh que hemos cortado en tiritas y cocinamos todo junto unos 20 minutos.
Cuando nuestro estofado esté listo lo mezclamos con el arroz, y vamos rellenando cada hoja de col con la mezcla. Para cerrar el rollito nos podemos ayudar de un palillo de dientes .
Para la salsa calentamos ½ vaso de agua agregándole el shoyu, mientras disolvemos el kuzu en un poquito de agua y lo incorporamos. Cuando la mezcla pierda el color blanquecino que le aporta el kuzu y comience a espesar ya estará lista para echarla por encima de nuestros rollitos.
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